Nuestra primera impresión en la visita al Hogar de Ancianos Salvador Aguirre, fue de gran impacto, al percibir los pasillos silenciosos, rostros marcados por los años y miradas que parecen buscar la conexión humana perdida. Sin embargo, a medida nos sumergimos en conversaciones con los abuelitos que ahí se encuentran, descubrimos un tesoro de sabiduría, experiencias de vida y un inmenso deseo de compañía y afecto. Cada sonrisa, cada historia compartida, nos recuerda la importancia de la empatía y la conexión humana en un mundo que a menudo parece estar obsesionado con la productividad y el éxito materia.
Empezamos a darnos cuenta que ya no importa cuánto tenemos, sino cuánto podemos dar de nosotros mismos. Es necesario proteger a nuestros adultos de tres males mayores: abandono, maltrato y soledad. Ellos son un libro de sabiduría, llenos de conocimiento, enseñanzas, de riqueza cultural, de recuerdos, de saberes, de transmisión de valores, virtudes, vida de fe y experiencia, que podría considerar un tesoro, si contamos con la voluntad de cuidarlo y valorarlo con delicadeza. El trato que demos a nuestros ancianos en el hogar será la mejor escuela para nuestros hijos, pues más allá de las palabras, sabemos que con ejemplo no hacen faltan las palabras porque nuestras acciones siembran valores importantes para la vida de los más pequeños, como el respeto, la generosidad y la gratitud.
Para ADV LAW FIRM, este fue el punto de partida; la brecha para seguir contribuyendo a la sociedad desde la responsabilidad, el amor, el respeto y la generosidad para con nuestro prójimo.Al final de la visita, nos fuimos con el corazón lleno de gratitud por la oportunidad de haber compartido un momento de nuestras vidas con aquellos cuyas vidas están marcadas por el paso del tiempo. Nos llevamos con orgullo el recordatorio de que la verdadera riqueza reside en las relaciones humanas y en la capacidad de brindar consuelo y compañía a quienes más lo necesitan.
"Ponte en pie ante las canas y honra el rostro del anciano" (Lv 19, 32).
